domingo, 25 de noviembre de 2012

ABOGADO FRANCISCO JAVIER VELASCO VÉLEZ

La parte del fallo que toca sin razón los límites y genera una nueva frontera para la República de Colombia, la he tildado de "loca", por que no le cabe otro apelativo, esa parte del fallo así concebida, de la manera como ha sido proferida, es irracional, impertinente, incongruente, necia, porque en lugar de regañar al victimario, que está —mutuo propio― violando y desconociendo derechos adquiridos de un tercero, tratados debidamente celebrados, lo premia regalando le 70.000 kilómetros cuadrados de mar territorial. Es decir, aplaude al infractor y castiga a su víctima. Donde se ha visto semejante incoherencia, es por eso que hemos dicho con toda razón que nos asiste, que esa parte del fallo es contradictoria, que esa parte del fallo es contra evidente, por que en esa parte del fallo, los jueces del Tribunal Internacional de la Haya, se colocaron por fuera y por encima de los tratados válidamente celebrados violando el principio pacta sunt servanda, desconocieron derechos adquiridos por los estados, atropellaron el principio sagrado del derecho internacional público sobre la libre determinación de los pueblos, afectaron implícitamente las fronteras de otros estados —Panamá, Costa Rica, Jamáica y según las últimas noticias, las de Honduras― que no concurrieron al juicio, y lo más grave establece un precedente para que proliferen pleitos a granel de aquí en adelante. El fallo no sólo es loco, sino de una peligrosidad sin precedentes en el concierto internacional, es un cheque en blanco para que todo aquel que quiera desconocer la soberanía de un país, lo puede invocar, y pueda ir a la Haya, a que esta Corte, le otorgue tierras, aguas y espacio aéreo, mediante sentencias inexcusables, caprichosas, apartadas de los hechos y de los principios que informan el derecho internacional público, las reglas de su propio tribunal y de su propia jurisprudencia, para que por medio de ellas modifique las fronteras de los países firmantes. Que es lo que ha ocurrió con Colombia y sus vecinos fronterizos en el mar Caribe, por ello no es inconsecuente con todo esto decir, que en esa parte el tribunal se la fumó verde, y sino es así, lo que pasó fue que primaron los intereses políticos, económicos y personales de muchos actores en la zona, sobre los tratados públicos legalmente celebrados, que necesitan el respaldo, de un precedente de esta envergadura, para iniciar sus ideales y descabelladas reclamaciones.

FRANCISCO JAVIER VELASCO VÉLEZ
T.P. # 15.433 del C.S.J.